miércoles, enero 30, 2013

Do not come to Britain


Al parecer la cosa se esta poniendo chunga. Algunos serán mal pensados y creerán que en Inglaterra son unos racistas. Pero para los que conocemos este país, lo cierto es que hay demasiada gente. Este es un cartel que estaba hoy publicado en El País, el cual a su vez dice dicho periodico haberlo extraído  de The Guardian. Sin embargo yo no he visto nada de ello en el mismo. El caso es que tradicionalmente Inglaterra es un país que acoge a inmigrantes. ¿Habrá algún significado o mensaje oculto?

Energía Oscura y Soberbia


Sobrevalorarse y despreciar a otros es por desgracia una actitud nada infrecuente. Para colmo, esta tendencia se puede observar en personas y grupos sociales que se autocalifican como prestigiosos. Las consecuencias de estas actitudes son terribles porque al final conducen a la ignorancia, la intolerancia y más si cabe, la pérdida de autoconfianza de muchos ciudadanos. En campos profesionales en donde se entra en contacto constante con grandes retos, lo mejor y más aconsejable es compartir la carga y los embites de la realidad y reconocer que si se avanza algo es más bien poco. Los psicólogos que son por lo general gente disciplinada reconocen las limitaciones de su ciencia. Algunos aprovechan esta demostración de humildad para usarla como un arma arrojadiza, como si la ciencia fuera acaso un dogma y hubiera que estar diciendo falsedades para que se nos respete. Por contra, algunos que se califican de científicos "de verdad",  aseguran que su disciplina es la ciencia por excelencia. Una especie representativa de esta actitud delirante utilizan la etiqueta autodefinitoria de "físicos", como si los demás que estudiamos la materia existente no perteneciéramos a este mundo. Curiosamente, su objeto de estudio al parecer es la "materia" toda, sin embargo, da la impresión que en realidad no se entienden entre ellos. Resulta que la materia que ellos estudian es sólamente un 5 por ciento de lo que parece ocupar el universo. ¿Qué es entonces eso otro mero 95 por ciento de lo cual no tienen ni la más remota idea? Pues al parecer como no tienen ni idea, le llaman "lo oscuro". No saben ni lo que es, pero lo etiquetan como materia y/o energía oscura. ¡Es curioso que sin tener prueba de ello tengan la largueza de colocar esas etiquetas! Según estos expertos de la materia, que hablan de cosas que no son materia como si fueran equivalentes, hay pruebas de que existan entes que no son materia. Ellos mismos se contradicen.

Una de las pocas cosas que los psicólogos hemos demostrado a nivel de ley, es que los humanos si somos definibles de alguna manera lo somos a través de los numerosos prejuicios cognitivos que tenemos. Por ejemplo, tenemos una gran tendencia a buscar causas, mientras que en muchas ocasiones no las hay. Somos un desastre a la hora de reconocer cuándo no hay causas. En la vida ordinaria esto se puede observar en la ilusoria y tranquilizadora conclusión que todos buscan al ver que la policía al fín encontró al culpable. En la mayoría de los casos no hay pruebas, pero la policía y los jueces se ven forzados a culpar, porque la sociedad quiere causas para sus problemas. Buscamos causas lineales aunque sea un vano intento. La idea del Big-Bang no es más que una pueril concepción pseudocientífica que intenta justificar la teología de nuestra cultura dominante. Si hubiera científicos con coraje se pondrían a estudiar psicología y aceptarían que sus modelos físicos requieren conocer al detalle el funcionamiento del instrumento científico más poderoso que el hombre tiene: la mente. Pero claro, esto no es posible porque tal actitud pondría en cuestión la infalibilidad de las mentes de esos que creen ser científicos.

Si hubiera un poco de decencia en este mundo, los fisicos podrían algún día pronunciarse en público y declarar que no tienen ni idea de lo que hacen. También podrían dejar de chuparle el culo a sus propios ídolos, que para eso está ya la iglesia. Creo que el público tiene derecho a saber lo poco que ellos saben. Con ello todos ganaríamos un mayor insight sobre lo que es este mundo y nos ayudarían más a reconocer con qué nos andamos. Al fin y al cabo, para eso se les paga, para que sean honestos y que contribuyan a la mejora de la sociedad. Saber que todos estamos en el mismo barco existencial, el cual no va a ninguna parte, es reconfortante. Los delirios de grandeza solo han traido muerte y destrucción a la humanidad. La ciencia se está usando como la religión. Como un conjunto de conocimientos cada vez menos accesible y más arcano al cual nadie tiene acceso cognoscitivo porque es una retahila de dogmas contradictorios. ¡Más energía oscura y menos soberbia!¡Más ciencia y más humildad! 

martes, enero 29, 2013

Gérmenes "de Andalucía"



Gérmenes son una banda andaluza de calidad y comprometida con su país. Yo he tenido la ocasión de conocer a uno de sus componentes el cual es de Tomares. Fue hace ya más de una década cuando hacía su prestación social sustitutoria. Era un golfo de los buenos. Saludos a todos sus componentes y viva Andalucía!!

sábado, enero 19, 2013

Ajo Blanco


Tras años viviendo como un sombrío celtíbero en la penumbrosa Albión, el andaluz decidió abandonar la isla. Sin embargo, la diáspora no podía concluir así como así. Se había llevado consigo un cielo plomizo de angustia y pesadumbre a esas antiguas tierras otrora pobladas por los celtas tartésicos. Por eso el clima nórdico y el carácter flemático de los anglos no hicieron sino ayudarle a ahondar en su natural melancolía.   La distancia y el tiempo no hicieron más que afianzar el manantial de letanías que brotaban desde su interior al malvivir por aquellas planicies esteparias y carentes de vida. Sus habítantes le parecían almas en pena que vagan erráticas presas de la codicia. Por eso cuando marchó a Gibral-Tarik en realidad aterrizó en un alcázar de marfil, vanguardia de britania en el seno de su madre Al-Andalus. Desde dicha posición autista siguió vislumbrando su tierra por largo tiempo, como si ansiara un edén perdido. Se alimentaba de comida en conserva y de todo lo que podía acarrear en sus fugaces visitas al otro lado, el cual estaba también ocupado, pero en este caso por los íberos del norte y su bandera roja y gualda. ¿Qué importan los colores o enseñas, si mancillan igualmente nuestra nación? Pensaba una y otra vez. 

Un día nublado paseó sin rumbo como de costumbre, y encontró una pequeña abacería con nombre sefardí de la cual obtuvo un brebaje de aspecto albo y punzante en la lengua. Su sabor le aclaró las ideas, y mientras se deleitaba probando la poción que requería una rociada de pasas y trozos de manzana se dio cuenta que algo estaba cambiando. Se sintió más resuelto y y decidido a acabar con su diáspora. Antes de marchar se fue a despedir del abacero. El hombre le dio otra vasija con el mismo brebaje para que la llevara por el camino. La esposa del tendero le preguntó poco después; -¿qué le has regalado a ese hombre?- y él le contestó; -el bálsamo de Fierabrás- 

viernes, enero 18, 2013

Conferencia en La Línea de la Concepción


El próximo viernes 25 de Enero a las ocho y media de la tarde, se celebrará una conferencia que don Rafael Sanmartín Ledesma dará en el Centro Andaluz de la Línea de la Concepción.

Don Rafael nos deleitará con sus amplios conocimientos sobre la história contemporánea de Andalucía y nos presentará su libro; "De Aquellos Polvos...." el cual versa precisamente sobre los años inmediatamente anteriores y posteriores a la devolución del Autogobierno a Andalucía por parte de España.

Estáis todos invitados. El Centro Andaluz se encuentra en la calle Pablo Ruiz Picasso, Bajo, local 2. Codigo Postal, 11300. La Línea de la Concepción, Cádiz.

domingo, enero 13, 2013

El Silencio de la Madre


El hijo le preguntó al padre sobre las estrellas, los planetas y las galaxias. Como padre, el hombre se sintió importante y agradecido de que un niño de cinco años, su hijo, tuviera ese interés más allá de la realidad inmediata de su pequeño mundo infantil. El chiquillo hablaba con seguridad, pero sobre todo con curiosidad, ejerciendo con plenitud esa facultad en muchos atrofiada. En un momento dado, la conversación adoptó de algún modo un tono en el que los cuerpos celestes fueron objeto de tal apreciación que el padre no pudo evitar darles un ánima. -Es cierto que los dioses no existen-, pensó el padre, -pero los sentimientos y sobre todo las creencias si que existen. Y los seres humanos las necesitan como el aire y el agua-. Por eso el padre le dijo a su hijo, que el Sol era el  padre de todos nosotros, y la Tierra era la madre. -Ellos nos crearon, y siguen creando vida especialmente en primavera-, narró con deleite a su infante. En el fondo de la habitación relucía un azulejo en donde se representaba el sol de ocho rayos. Su presencia en el centro de dicha pieza se irradiaba multiplicando su patrón regular hacia el observador. Mientras el padre continuaba explicando la inextricable relación entre las esferas y los hombres, y el niño hacía más preguntas, el azulejo parecía cargarse poco a poco de magnetismo. El padre miraba al azulejo de vez en cuando como buscando un punto de apoyo para continuar contando más y más cosas sobre los hombres y las estrellas. 

Pasaron los años y el niño creció. El padre continuó siempre guiando a su hijo el cual pasó a ser un adolescente y  más tarde un adulto. Un día ya de mayor, volvió a casa de su padre de visita, y reconoció el azulejo. Al estar siempre ahí, nunca había reparado conscientemente en él. Pero aquél día, por algún motivo la estrella de ocho rayos le llamó la atención lo suficiente como para generar una vez más, inquietud e interés. Aquella sorprendente figura todavía estaba en el salón, colgada en el mismo lugar. Dado que siempre había estado allí y que de pronto se dio cuenta de su presencia y de la relevancia de su significado, quedó absorto durante un tiempo, como intentando buscarle el sentido a algo especial que había percibido al contemplar su geometría. Después de un lapso de tiempo, se acercó a su padre y compartió con él una revelación que experimentó tras su reflexión. -Papá, creo que después de muchos años de vivir en presencia de esta estrella he comprendido porqué los andaluces tienen dicha figura al alcance de la vista allá por donde vayan. El padre algo perplejo le pregunto al hijo, -¿porqué, porqué crees que está por todas partes hijo?- El hijo le contestó: -para que los andaluces nunca nos sintamos solos. Miremos donde miremos nuestro padre está cuidando de nosotros-. Los dos miraron al azulejo, el cual irradiaba con fuerza la forma de ocho puntas. La madre que escuchaba la conversación vio cómo del azulejo emanaba esa figura seminal. Ella pensó para sí mísma, el porqué de la repetición de la figura y su expansión contínua. Pero no dijo nada. A su mente acudió el día en que ella misma diseñó el dibujo. En ese momento el padre le recordaba  a su hijo que el azulejo fue creado tras su nacimiento. 

Cristina Troyano




He tenido la suerte de conocer a Cristina Troyano, psicóloga especializada en psicogeriatría. Ella ha tenido la gentileza de mostrarme cómo trabaja en su entorno natural, rodeada de sus clientes y compañeros que son mujeres en su mayoría. Me ha impresionado mucho la dedicación y profesionalidad del centro, el cual está financiado por la Junta de Andalucía. Creo que se hace un labor estupenda y es una pena que el gobierno andaluz no dedique más esfuerzos en desarrollar y apoyar la psicología profesional en nuestro país. Por desgracia muchos buenos profesionales como Cristina viven con la incertidumbre laboral acosándoles todos los días, lo cual es desde un punto de vista de la salud mental bastante duro especialmente teniendo en cuenta que un psicólogo tiene que dar la cara y proporcionar apoyo y moral a los demás. En cualquier caso me consta que Cristina realiza su labor profesional con total integridad y deja a mucha altura la psicología que se practica en La Línea de la Concepción.

miércoles, enero 09, 2013

Allí Donde la Casualidad No Existe


Ambos eran psicólogos, consumados tertulianos y amigos de toda la vida. Uno era miembro de un partido político y el otro era un crítico de sofá. Uno era un consumado poeta y el otro un junta letras. La lista de discordancias era interminable. Un ejemplo más tangible que podria reflejar lo poco que tenían en común sería el decir que uno era un forofo de su equipo local y el otro un alérgico a todo lo relacionado con la testosterna y el entretenimiento de masas. Cada uno con sus ideas dispares siempre se llevaron bien, pero al atravesar el ecuador de sus vidas notaron una afinidad creciente. 

Un día en que el fóbico al deporte vino de visita a la ciudad del futbolero, éste invitó al otro a ver un partido juntos. -¿Quieres venir conmigo?, iba a ir solo y pensé si te apetecería acompañarme- El otro no encontró una razón ilógica para negarse. -No puedo dejar a mi amigo solo...para una vez que estoy en la ciudad- pensó mientras asentía al teléfono. Al fin y al cabo, ya casi no tenían tiempo de estar a solas. Cargados de hijos y de obligaciones, cualquier oportunidad para compartir un momento juntos se había convertido en un placer a degustar como un plato exquisito.

El segundo psicólogo, como siempre llegó puntual. Tuvo que esperar a las puertas del estadio a su amigo.  La espera le dio ocasión a reflexionar sobre lo que veía alrededor: Vendedores de pipas y otras golosinas anunciando grandes ofertas y por su puesto aficionados abrigados con bufandas luciendo la insignia local. Eran gentes de todas las edades y circulaban de un lado a otro como nerviosas hormigas esperando el momento para agolparse a las puertas de su santuario. Pudo escuchar a diversos grupos de personas hablando en otras lenguas mientras esperaban a sus amigos. Esto le dio que pensar. Una ciudad tan señera que no atrae espectadores para su castizo teatro era sin embargo capaz de atraer a extranjeros a participar en  un pasatiempo tan soso y predecible como una hamburgesa del McDonalds.  El psicólogo pensó que esta tendencia a la trivialización de la vida cultural era un signo de nuestros tiempos. Justo a tiempo el primer psicólogo llegó sudando y algo avergonzado. Para entonces las masas de aficionados ya habían desaparecido de los aledaños del campo y la entrada fue por tanto fácil y sin obstáculos. Se había olvidado de las entradas y volvió a casa a recogerlas. Ya dentro del estadio el segundo psicólogo se sorprendió de lo agradable del ambiente y de la cordialidad de los espectadores, a pesar de las estrecheces de los asientos y del frío reinante. Los espectadores eran en su mayoría aficionados del equipo local, lo cual daba un aspecto homogéneo al estadio. No tardaron mucho en vociferar sus opiniones sobre la dinámica del partido y de manera gradual dichas voces comenzaron a corear casi al unísono opiniones al parecer generalizadas sobre la popularidad del presidente y del entrenador del equipo. Era como si una ciudad verbalizara a voz en grito a su alcalde lo que la ciudad requería. Como era de esperar no hubo respuesta de la autoridad. En cualquier caso los espectadores continuaron cada vez más enfadados con sus cánticos y críticas las cuales se extendieron a los jugadores y a los contrincantes. Ambos equipos parecían hacer uso de sus habilidades y no desistían de su empeño en encajar algún gol, pero la percepción generalizada era que el equipo local ´debía´de ganar. Era como si no hubiera lugar para la suerte en las mentes de los espectadores. Ser campeón parecía ser el único resultado aceptable del torneo. Al final y para alivio del estadio entero incluyendo supongo a su presidente y al entrenador, el equipo local consiguió marcar casi al final de la segunda parte. Hubo una relajación general y la crispación acumulada en los minutos anteriores pareció disolverse de inmediato. Los dos psicólogos se abrazaron y el primer psicólogo pareció más aliviado que contento. El segundo psicólogo desarrolló su última reflexión mientras tomaban una cerveza en un bar: los seres humanos tienen fobia a la causalidad, a la estadística y a todo aquello que los empequeñece. Era igual de probable que cualquiera de los dos equipos resultara vencedor, pero factores contextuales habrán hecho al equipo residente más decidido, más presionado para ganar y esto incrementó las ocasiones en las que se acercaron a la portería contraria lo cual a su vez incrementó las posibilidades de gol. Mientras elucubraba, el primer psicólogo habló de la falta de convicción en su equipo para asumir una autoimagen de ganadores. Ninguno de los dos prestó atención alguna a lo que decía su amigo, pero ambos se sintieron justamente en el mejor sitio posible. La vida los había alejado y acercado muchas veces, como si de almejas arrastradas por la marea se trataran. Pero ambos sentían que no podía ser cuestión de suerte que fueran tan buenos amigos. Tras una larga y reconfortante charla se despidieron con un profuso abrazo. El segundo psicólogo se marchó de la ciudad con las baterías cargadas y con la extraña sensación de que por alguna razón no podía ser casual que fueran amigos. A pesar de su racionalidad, había sido presa de la supersticiosa creencia que impregnaba esa parte de la ciudad. Percibió tal efecto de manera subconsciente, pero se dejó llevar por esa agradable sensación sabiendo aliviado que sería un estado temporal.

lunes, enero 07, 2013

Máh Barato kener Mato



Si se va desde Las Setas hacia la calle Feria se topará uno con una esquina en donde se sitúa una tienda llamada El Mato. No sé si este negocio es el origen de esa famosa frase, pero no me extrañaría. Sin duda es barata la tienda y tiene pinta de ser una de estas empresas castizas del centro de Sevilla. Ibamos de camino a ver los Reyes Magos, que son los únicos reyes que yo aguanto.