lunes, abril 25, 2011


Interpretación Psicodinámica de la Basura

Siendo la basura un elemento paisajístico íntimamente apegado a las viviendas de Andalucía, me he tomado unos momentos para pensar el porqué de dicha costumbre. Creo que la basura que se ve en nuestros ríos, riveras y cualquier lugar accesible a los vándalos es un elemento psicológico con significado.

Un maestro mío que me enseño allá en la Facultad de Psicología de Sevilla, me enseñó que es típico de muchos cacos, el dejar caca en la casa donde de produce el robo. El ladrón se lleva algo de valor, nos sustrae algo importante, o al menos eso cree él. Por tanto, como ser humano todavía no corrompido por la máxima ambición de sus superiores (es decir, banqueros, industriales, políticos etc) cree que debe de dar algo a cambio, nada costoso, pero un producto por él manufacturado. Tan orgulloso como un niño el caco se marcha dejando un fétido regalo que le ayuda a superar su culpa por el acto ilícito.

¿Cómo puede ser esto relacionado con la basura que nos encontramos por todos lados, incluyendo esas nefastas y omnipresentes cacas de perro? Creo que el ser humano necesita dejar una huella de su conducta, como animal que es. Y cada tipo de humano según su importancia deja una huella mayor o menor, mejor o peor. Toda actividad humana produce tóxicos y altera el medio. Y el consumo actual no es sino una magnificación de lo que hemos hecho toda la vida. La basura es un modo de señalar un territorio, una apropiación en este caso del que carece de poder y de responsabilidad. Los potentados nos ensucian con sus fábricas, al estilo faraónico y con los productos que nos venden nos hacen más humanos dándonos la oportunidad de ensuciar según nuestra capacidad. Ensuciamos con un 4x4 o con un deportivo. Todo el mundo ensucia, para reclamar su poder. Cuanto más se ensucia más fuerte e importante. Pensemos en Estados Unidos, el gran ensuciador mundial o en China, el país que intenta suplantarle. Más que por otros méritos si las personas y los países ses midieran por la cantidad de porquería que tiran, nos daríamos cuenta lo animales que somos. Pero para eso está el autoengaño.

Si queremos ser menos animales y más humanos deberíamos de controlar la mierda que tiramos.

Estas reflexiones me las ha inspirado este vídeo sobre el maravilloso río Guadaira que tanto ha sufrido la contaminación durante los últimos años.