miércoles, julio 25, 2007


Unas palabras sobre 'El Jueves', un miércoles por la noche


Quizás lo ocurrido con la revista 'El Jueves' en los últimos días, no parezca un asunto que tenga la relación exclusiva con Andalucía y los Andaluces. Sin embargo, el hecho en sí, tiene una importancia enorme para todos los pueblos que están bajo la tutela del Estado Español incluyendo Andalucía. Por ello creo que unas breves palabras son necesarias pues el tema tiene una gravedad significativa.


Creo que una vez más en España, se ve que la democracia y los valores democráticos no consiguen consolidarse. Parece que es más importante mandar a toda la Policía Española para retirar las revistas de 'El Jueves' para proteger la imagen de los Borbones, que invertir semejante cantidad de esfuerzo humano y económico para otros asuntos más urgentes.


España, la Vieja España sigue ahí, comprometida con valores más retrógrados que los de los que se acusa a los países Islámicos. España es más radical y fanática que Irán. Por tanto, más razones aún para desmarcarnos de un Estado y Sistema Político que no permite la Libertad de Expresión. Por otra parte y con ánimo solidario mando un saludo a todos los Españoles Republicanos que luchan por la libertad de su país. Desde aquí os mandamos un mensaje de esperanza. Por desgracia lo ocurrido no nos sorprende. Es sólo un síntoma de lo que Es España.

miércoles, julio 18, 2007




De Sueño en Sueño


Vuelvo por las noches del trabajo, conduciendo mi coche a través de la lluvia espesa. Busco la paz en la negrura de la carretera, pero las luces de los coches deslumbran mis ojos. Es una sensación paradójica el resentir la soledad de la conducción y a la vez odiar la presencia de los otros conductores. Me veo perdido en una marabunta de trastos metálicos, que como hormigas despavoridas salen en todas direcciones sin rumbo alguno, sin propósito.

Mientras trato de encontrar el camino de vuelta en este país donde entre muchas otras cosas raras, se conduce al revés, intento escuchar música para distraerme. Poco a poco, el caos de coches y camiones va desvaneciéndose y me voy ensimismando casi sin darme cuenta. Al poco rato el coche, como una nave espacial, parece estático y sumergido en el éter celestial, solamente dando señales de actividad con el ronroneo del motor. La música en el coche, que se percibe estático, marca entonces un ritmo imposible. Pero esa música que sirve para facilitar ese tiempo de espera entre distancias siderales, como una onírica hibernación interestelar, evoca mi vida en Sevilla. Y al moverme entre nubes grises y espesas, Sevilla se vislumbra en mi memoria como el fantasma de un amor imposible. El rock reventado de Silvio parece ayudarme a colocarme entre las callejuelas de una Sevilla de fin de semana. En ese estado semihipnótico, en el que me encuentro cuando vuelvo a casa cada noche, me transporto por un rato al pasado donde me reencuentro con esas calles vacías de un sábado por la noche. Esas avenidas del desencuentro con las mujeres. Allí donde recuerdo mis fracasos y mi desamor. Donde las lágrimas se vierten a la vía pública, y forman un sinuoso río de sentimientos incontrolables.

El viaje sobre el asfalto me ha puesto en contacto una vez más con mi pasado, mi tierra, mi memoria. Ha sido como caer en un trance, en donde flashbacks sacuden mi conciencia y hacen mi rutinaria vuelta del trabajo, una experiencia irreal. El llegar finalmente a casa, a mi refugio, me llena de regocijo. Abro la puerta y me alegro de reconocer mi pequeño mundo. Cuando pongo el cerrojo, reclino la cabeza sobre la puerta por un momento, y me pregunto si realmente vivo en Inglaterra, o es que lo estoy soñando. Sacudo la cabeza, como para espantar tal pensamiento y confundido, me dirijo hacia el salón para enchufar la tele. Quizás es un intento desesperado de que la caja tonta me devuelva, sino al escenario de lo “real”, al menos al un escenario intranscendente. No hay como un programa de televisión para anestesiar dudas existenciales.

viernes, julio 13, 2007


Entrevista

P. A usted le resulta chocante la definición que de “exilio” hace Hisham Matar, como “aquella narrativa que ha sido interrumpida”. ¿Ha sido su vida en el exilio de alguna ayuda para comprender el tiempo que vivió en Andalucía?.

R. Edward Said dijo que sufrió tres exilios: el de la madre patria, el de la lengua materna y el de los amigos y la familia. Yo me siento igual. Echo de menos Andalucía y todo lo hermoso que hay en ella. No puedo vivir sin pensar en Andalucia, sin embargo, siento que no puedo vivir allí. Sueño con que un día volveré. Me despierto por las noches desorientado, no sabiendo dònde estoy. La gente con la que me relacionaba hace seis años o más están como congelados en mi memoria. Me voy olvidando de sus nombres, de sus cosas. Lo que sí recuerdo bien es el amor que siento por todos ellos. Sin embargo, a diferencia de muchos exiliados, cuando yo me fui de Andalucía, en realidad ya me había ido hacía mucho tiempo. Yo me había exiliado ya mentalmente. Me sentí expulsado, como mis antepasados judíos y musulmanes. Sentí que mucha gente en Andalucía y en España no quieren a gente como a mí.

El vivir en otro país, me ha servido para confirmar ese sentimiento de que todo aquello que nos ha desunido de los españoles y portugueses ha continuado en mí. La diáspora Andaluza ha continuado en mí, y forma parte de mi modo de ver las cosas. Me he visto diferente en Andalucía, por hablar andaluz, por pensar en andaluz y por comportarme como un andaluz. Y me he visto marginado. Por lo tanto para mí el exilio, no es romper con nada, sino más bien continuar lo que otros empezaron antes.

Ahora, todos mis sentimientos confusos, mi ambivalencia hacia Andalucía y hacia España, todo cobra más sentido desde la distancia. Las mentiras que dicen los españoles sobre Andalucía y todo lo que ocultan de nosotros para negar que un día fuimos la luz de Europa, salen a la luz ahora en la distancia. Ahora que puedo pensar tranquilo.

P. ¿Porqué no escribe en inglés en lugar de escribir en castellano?.

R. Si le digo la verdad, ojalá pudiera escribir en inglés. Lo cierto es que me cuesta mucho trabajo escribir en ese idioma. El hecho de haber recibido una educación castellana en Andalucía ya me parece bastante intromisión en mi mente, como para encima pasar al inglés. Pero no lo descarto. Aunque estoy muy lejos de escribir fluidamente en inglés. De hecho tengo muchos amigos ingleses que me piden que escriba este diario en inglés para que puedan leerlo. Cosa que no pasa con mis amigos andaluces. Ninguno tiene el más mínimo interés en seguir un diario como èste.

R. ¿Cómo de apegado cree usted que está el lenguaje con la memoria?

Mucho, muchísimo. Para mí, el andaluz es equivalente a familia, a emociones, a enamorar y enamorarme. El andaluz es lo oral, el lenguaje hablado, y por tanto la memoria de lo hablado. El castellano equivale a la memoria de lo escuchado y leído. Me suena a telediario, a las aburridas películas españolas, a las insultantes clases de Lengua Española pero también a los libros que leía en Andalucía. Ahora apenas leo en castellano. Repudio todo lo castellano, por haber sido impuesto. Como los ateos que han sufrido el lavado de cerebro en los colegios religiosos españoles. Yo me he hecho ateo del españolismo. Me intentaron lavar el cerebro y todo lo que han conseguido es que me vuelva en contra de ello.

Experimento el castellano como un trauma. Y me resulta doloroso leer y escribir en castellano. Pero los andaluces todavía no quieren leer en andaluz y hasta que esto no ocurra yo tampoco quiero cerrarme por completo a comunicarme con otros “rebeldes” o curiosos en el idioma que se nos ha impuesto. Ya llegará el momento. Pero sí, los castellanos saben bien que aniquilando nuestra memoria pueden acabar con nuestra identidad. Y el lenguaje es un vehículo de la identidad.


P. ¿Porqué dice usted que españoles y andaluces quieren olvidar?

R. Españoles y Andaluces quieren olvidar lo mismo que quieren olvidar Franquistas y Republicanos. Quieren limar diferencias dicen. Pero lo único que hacen es hacer la brecha más grande, y hacer el dolor más insufrible. Para curarse hay que hablar. Lo dicen los psicólogos y todos los pacientes de los psicólogos. Sino se habla no se puede entender nada. Y si no se dialoga, menos todavía. Para que un psicólogo cure, el psicólogo tiene que escuchar. Y yo digo, ¿Quién escucha en España?. España no nos puede curar, porque no escucha. Las heridas nos la tendrán que curar otros. A mí me las están curando los ingleses.

Hay una historia legal y otra Historia Legítima. La historia legal la escribe España. La Historia soterrada pero Legítima la tenemos que escribir los perdedores. Ian Gibson dice que las biografías son una gran laguna literaria en España. No me extraña. ¿Quién quiere saber de la vida de los Andaluces? Y aquellos que se atreven lo hacen parcialmente. Con muchos prejuicios.

P. Dice que la Reconquista nunca existió…explíquese.

R. Lo dice hasta Ian Gibson, que esto ni le va ni le viene. La Reconquista de España no pudo ser puesto que España no existía cuando los Andaluces formamos nuestro Imperio. Nosotros rejuntamos las piezas del puzzle que la decadencia de la Andalucía Romana y Visigótica dejó para relanzarnos de nuevo y educar a los insufribles pobladores de la Meseta Central, Vascongadas y demás áreas de la Península Ibérica que carecían de identidad nacional. Nosotros les dimos un motivo o un propósito para vivir. Pero eso no es ninguna reconquista de nada. Simplemente nos volvimos a replegar y entregarnos a una guerra intestina que los señores feudales aprovecharon para acabar con nuestra cultura y formas de vida. Nunca nos invadieron ningún moro de ninguna parte. Nosotros decidimos cambiar de religión, como lo hicieron en Inglaterra con Enrique VIII. Que yo sepa ni Enrique VIII era alemán, ni los alemanes invadieron Inglaterra con sus hordas protestantes. ¿Porqué lo iban a hacer nuestros pobres hermanos del Norte de África, que por aquella época no eran más que tribus nómadas desperdigadas?.

P. Usted es Nacionalista Andaluz, republicano, y encima federalista. ¿Cómo explica usted semejante cóctel?

R. Al igual que mis predecesores, los Nacionalistas Andaluces consideramos que un estado moderno si quiere ser fuerte tiene que aliarse con otros. Ahí está el ejemplo de los “Estados Unidos de Gringolandia”. Yo propongo una Federación de Estados Ibéricos y que se vaya a tomar por culo toda la aristocracia.

P. Si no hubo Reconquista, entonces ¿qué deberíamos hacer con las tierras que los aristócratas castellanos tomaron de Andalucía?

R. Aquello fue una invasión. Si de verdad vivimos en democracia y tenemos los mismos derechos que los españoles, se nos tienen que devolver las tierras Andaluzas a los Andaluces. La invasión castellana repartió las tierras para ser administradas. Si ahora la administración es Andaluza, las tierras de Andalucía tienen que ser entregadas a la Junta de Andalucía. Todas las propiedades de los nobles de España tienen que ser expropiadas de inmediato. Y la Mezquita de Córdoba tiene que expropiarse también.

P. Ahora entiendo porqué usted vive en el exilio. Tiene muchos pájaros en la cabeza.

R. A lo mejor, como todos los exiliados. Pero lo que pase en mi cabeza es asunto mío. Y si quiero tener una pajarera dentro de mi cabeza es problema mío. Y la puedo pintar de blanco y verde si quiero.

Además, pensar debería ser legal. Sobre todo cuando pensar no le hace daño a nadie. O quizás sólo al que piensa. Se ve que España sigue aplicando las filosofía católica de reprimir el pensamiento. Y eso lo saben hasta vascos y catalanes.


Una entrevista conmigo mismo

A veces me imagino, qué le diría yo al Loco de la Colina, o qué me preguntaría él a mí. Me temo que a los periodistas no les va muy bien entrevistando a psicólogos. Supongo que no les hará mucha gracia sentirse que el entrevistado sabe lo ellos están pensando. No, eso es un tópico. Quizás a los periodistas no les gusta entrevistar a gente que está más pendiente de lo que tienen que decir que de simplemente responder a la pregunta. Eso es lo que es un psicólogo realmente. Nada de espontaneidad.

Por motivos obvios nunca sabría qué contestar a las preguntas de un periodista. Me quedaría pensando la pregunta demasiado tiempo y sería muy aburrido. O mejor dicho, como nunca un periodista me va entrevistar, no estaría mal imaginar qué preguntas me gustaría que me preguntaran.

martes, julio 10, 2007


El Genio de los Andaluces


Sin desmerecer ningún otro pueblo o nación, has de saber que como andaluz te llevan a hombros de gigantes. Tienes como antecedentes una lista enorme de grandes mujeres y hombres que por sus esfuerzos y por su contribución a la cultura y el conocimiento han pasado a la historia. Y no solo a la historia de Andalucía, sino también a la historia universal.


Resulta admirable que un pueblo tan pequeño (por ejemplo comparado con China, Andalucía es un diminuto punto en el mapa), el pueblo Andaluz haya contribuido tanto a la cultura y a la civilización. Sin embargo, también has de saber que una de las causas del malestar de los Andaluces es seguir creyendo en mitos como la "genialidad".


Como psicólogo, llevo algunos años ejerciendo. He tenido ocasión de dar clase y ver pacientes de todas las edades, y también de diversas culturas. Me he relacionado profesionalmente con muchas personas tanto de mi profesión como de otras disciplinas. También he conocido a mucha gente de diverso origen y nacionalidad. Sin embargo, nunca he conocido a ningún "genio".


Creo que en Andalucía se sigue creyendo en los "genios", en las "grandes hazañas" y otros mitos que no me parecen muy útiles para el ciudadano de a pie. Yo mismo, de alguna manera caigo en el tópico sin darme cuenta. Cuando me pongo a pensar en ello, casi no me puedo creer que haya conseguido sobrevivir en este país, lleno de ingleses y demás gentes raras. Y educacionalmente haya sido capaz de embarcarme en un doctorado, en un idioma que no es el mío. Sin embargo, la realidad es que cualquier persona puede hacer estas cosas. No hace falta ser "un genio" ni mucho menos.


Cuando caemos en la trampa de creer en los "genios" estamos dándole la espalda a algo que es muy importante; el hecho de que la vida se basa en el trabajo diario.


La Sociedad Andaluza no puede dejar de ser pesimista sino valora más los gestos de los millones de Andaluces que hay en Andalucía y en todo el Mundo Entero. Hay que valorar y apreciar el trabajo diario, los pequeños desafíos que afrontamos y los riesgos que tomamos, nosotros todos, gente corriente. Una gran nación no se construye a base de "genios", aunque nosotros como país hayamos producido muchos intelectuales y artistas, eso no es la esencia de Andalucía.


Es cierto que todos queremos tener un toque de distinción, que necesitamos sentirnos especiales. Es verdad. Es cierto que nuestra aficción a idolatrar estatuas de madera o a cantantes, no es más que un intento de auparnos y cuidar de nuestra autoestima, pero eso no es una solución a largo plazo.


Tenemos que empezar a reconocer el duro trabajo que hacemos, tenemos que ser compasivos con nosotros mismos y ser compasivos con los demás. Y seguir en el tajo, currando y prosperando como país.


En ese sentido, querida Andaluza, querido Andaluz, te recomiendo que empieces a hacer cumplidos a la gente, que te atrevas a hacer comentarios positivos de gente que te rodea, y verás cómo los demás responden. La gente sonríe, y muestra una satisfacción enorme cuando se le reconoce su trabajo. Al final lo que queremos es que nos presten un buen servicio, que nos ayuden, que nos quieran. Sino reconocemos el trabajo bien hecho, el apoyo recibido y el amor que nos dan, ¿cómo podemos saber que lo estamos haciendo bien?.


Queridos Andaluces, tenéis un "genio" especial. Lo veo cada vez que voy a mi tierra. Cuidaros y por favor, no idealicéis tanto. Bajaros un poco a la tierra también y ved que estamos todos hechos de carne y hueso. Y que sois todos geniales. Buenas noches.