domingo, enero 23, 2011


¡Por fín el Carambolo!

Uno de los hallazgos arqueológicos más significativos de Andalucia y que suponen la evidencia de la Nación Andaluza es el Carambolo. De gran antigüedad este lugar demuestra el alto grado de sofisticación social de la que la sociedad Andaluza disfruta desde hace milenios. Sin embargo, hoy en el Correo de Andalucía se dice que es un yacimiento fenicio simplemente porque allí han aparecido algunos restos que obviamente deben proceder del contacto comercial con el otro extremo del Mediterráneo. En efecto, cuando yo he estado por la zona Palestina y típicamente fenicia (ejemplo: Biblós) yo también podría decir que aquello es todo andaluz porque se parece mucho a Andalucía. Pero cada lugar tiene su identidad y me parece que publicar en un periódico andaluz semejante frase es insultante. En cualquier caso, la buena noticia es que al parecer existe una iniciativa privada y también vinculación a sociedades arqueológicas que piensan construir una réplica de un templo adyacente a la zona del Carambolo en un próximo futuro. Esto supondrá la estimulación del estudio e interpretación arqueólogica de la zona del Aljarafe que es rica en yacimientos de todas las épocas (v.gr. dólmenes prehistóricos, ciudades romanas, restos andalusíes, etc) y asimismo ayudaría a la activación económica y más profundamente y finalmente la identidad andaluza que es lo que mantiene a nuestra sociedad viva.

En la foto extraída de dicho periódico se muestra superpuesta una imagen digital con el posible templo en un cerro cercano al yacimiento original.

viernes, enero 14, 2011

Los Catedráticos del Auto-odio





En este video hablan los catedráticos que mantienen y promueven la humillación del andaluz. Ellos evitan como puedan hablar en andaluz y a la vez niegan que el andaluz tenga un complejo de inferioridad con respecto a su lengua. ¿Entonces porqué no habláis en andaluz? ¿Porqué en el vídeo asociáis vilmente analfabetismo con hablar andaluz? Así de esta guisa siguen haciendo a todos ver que nuestra lengua se reduce a una peculiaridad fonética y se evita reclamar la enorme cantidad de palabras y giros puramente andaluces y lo exquisito del andaluz como una lengua romance perfectamente distinguible de las otras. Hay que trastocar y mentir mucho para decir cosas de este tipo, pero sobre todo hay que odiar a Andalucia y despreciarla para proclamar semejante aberración. No hay complejo de inferioridad sino auto-odio que es peor aún. Creo que deberían de ir a un psicólogo y recibir terapia durante muchos años.
Paterna del Campo, venero de lo Andaluz

Paterna del Campo es una villa que se sitúa en la campiña onubense, es decir que pertenece al occidente andaluz. Es de este modo un lugar privilegiado, ya que se encuentra entre las sierras y la costa de Huelva y a su vez a un paso del hermoso Algarve. Para los que viajen desde Sevilla, Paterna está a menos de media hora en coche. Aquellos que no conozcan Paterna agradecerán saber que posee un ilustre pasado como muchos núcleos urbanos de su comarca. Puede que sea una de las zonas de más raigambre tartésica y de profundas raíces latinas y andalusíes. Esto lo prueban los restos arqueológicos que engalanan su entorno. Por ejemplo, el alcázar de Alpizar y la Fontanilla de origen andalusí nos proyectan hacia nuestro legado islámico. Por otra parte los restos de un acueducto que aplacaba la sed de Itálica confirman su importancia logística para la fundación y el desarrollo de grandes centros urbanos de la antigüedad. Si no os basta con esto, debéis saber que la música andaluza tiene un bastión en esta villa, devota del Fandango y que por tanto canta más que en ningún otro sitio la pérdida de Al-Andalus y la expulsión de aquellos hermanos andaluces que no quisieron cambiar de religión. Ahora y desde la invasión de Castilla y sus aliados, Paterna es católica y muy respetuosa del calendario cristiano. Sus festejos lo demuestran. Sin embargo, les delata su gastronomía judía y mulsumana (potaje de garbanzos y postres andalusíes), su lealtad a los valores que perpetúan la continuidad de la familia y la intimidad como forma de transcendencia y acceso a lo espiritual (judía y musulmana) y su extrema hospitalidad (musulmana). Y es que los andaluces somos un poco de todo. Quizas como en toda Andalucía son los paterninos cristianos en la calle pero moros y judíos en casa, en lo privado. En cuanto a su belleza como pueblo, es la fiel blancura en medio de la verde campiña. Simplemente una bandera andaluza en el corazón de Huelva.

En mi caso particular, tengo la suerte de no sólo poder exponer algunos detalles sobre el entorno de este municipio y su historia, sino que también puedo contar cómo pasé año tras año las largas vacaciones escolares estivales de mi infancia y adolescencia entre familia y amigos. Recuerdo el cariño que tanto echo de menos de mis titos y primos (los Vergara), las noches estrelladas durmiendo en la azotea con mi primo Vicente, el trasiego diario en el Casino, el cine de verano en el que aluciné por primera vez viendo 'The Thing', las noches en la plaza del pueblo hablando y jugando con todos los niños como si fuéramos una gran familia, los primeros sentimientos amorosos por el sexo opuesto y un millón de cosas más que ayudaron a conformar mi personalidad y mi carácter como andaluz. A pesar de ser 'el primo' de Sevilla siempre me sentí querido por todos y tratado como uno más. En Paterna aprendí la lengua andaluza verdadera, que Canal Sur olvida y que a muchos avergüenza sin motivo. Disculpen la disgresión pero deberíamos tener más conocimiento y respeto del andaluz que sin duda refleja la compleja trama que supone el romance andalusí que todavía respira y vive a pesar de la represión y humillación cultural a la que se ve sometido. Esto en Inglaterra sería simplemente un crimen y una aberración.

En cualquier caso, creo entender que en Paterna y sus aledaños; Escacena por ejemplo, viven gentes auténticas y quizás dueñas de una magia especial. Si hay algo que me recuerde la clase de magia de la que estoy hablando es la película 'Cinema Paradiso' en la que un director de cine recuerda su infancia vivida en la rural villa siciliana de Giancaldo. Es por ello Paterna un lugar romántico donde todavía existe la ingenuidad, el amor y la pasión por la vida. Ojalá que Paterna conserve lo mejor que tiene y que se desarrolle y llegue más lejos que nunca. Un gran abrazo andaluz desde Inglaterra.