sábado, octubre 21, 2006


Ser andaluz es un estado de la mente

Como he dicho en mi anterior anotación, puede que Andalucía haya sido y sea fuente de inspiración, y siempre sea un lugar a descubrir. Sin embargo, Andalucía es ante todo una emoción, un estado de la mente. Andalucía se construye en las mentes antes que en cualquier otro lugar. Si queremos una Andalucía viva necesitamos cuidarla. Y si queremos cuidarla tenemos que cuidar nuestras mentes.

Yo creo que el mejor modo de cuidar la mente es cuidar la memoria y refrescarla. Sin duda esto es algo que muchos andaluces necesitan hacer. Para ello hace falta tiempo y esfuerzo. Leer sobre nuestra historia es vivificar nuestra memoria colectiva. Reconstruir nuestro pasado implica asumir una identidad, un lugar en el mundo. Es posible asumir múltiples identidades. Uno puede sentirse andaluz y bético, o andaluz y sevillista. Las diversas identidades no tienen porque ser exclusivas o fijas. Hoy podemos sentirnos más jóvenes o viejos, productivos o improductivos. Todo cambia día a día. Sin embargo, existen ciertos aspectos de nuestra identidad que hacen de telón de fondo, de manto protector. A mí me parece que ser andaluz es sin duda la forma más segura de conducirse por el mundo.

Er nota.

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