domingo, febrero 24, 2008

Carta enviada al Presidente del Gobierno Español, tras recibir una carta donde éste nos pidió el voto para las próximas elecciones generales

24 Febrero 2008

Estimado Señor Presidente,


Le agradecemos que nos escriba usted una carta donde nos hable de la importancia del progreso, y la necesidad de una sociedad más justa. También es notorio el hecho de mencionar el interés de su gobierno por los emigrantes, los españoles que viven fuera de España. Todas esas cosas suponen sin duda una expresión de voluntad, que de alguna manera encaja con los valores como gentes como mi mujer y yo, que nos vemos como socialistas convencidos.

Sin embargo, Señor Presidente, enviar una carta así a dos emigrantes como nosotros supone un riesgo. Es un riesgo de naturaleza ética. Porque en realidad usted nos pide su voto. El riesgo es la posibilidad de que nosotros en lugar de tener el perfil de los que emigraban hace 30 años, tengamos un perfil cultural y sociopolítico diferente. Me explico. Señor Presidente, nosotros somos andaluces con un alto grado de educación y de origen obrero. Usted sabe cómo está Andalucía. No necesita que yo se lo explique. Si fuéramos de otro lugar quizás nuestra actitud hacia el PSOE sería distinta. Pero da la casualidad de que somos andaluces. Andaluces sin empleo, andaluces humillados día a día por ser andaluces (sólo tenemos que poner la TVE Internacional para ver cómo a los andaluces se nos retrata de esa manera tan consistentemente discriminatoria), andaluces sin oportunidades, y avergonzados por no poder decir con orgullo que nosotros hablamos y pensamos en “andaluz”. Esa es la España y la Andalucía que nosotros conocemos y que decidimos abandonar hace unos años para embarcarnos en la vida y proyecto de otro país, el Reino Unido, colonizador de Gibraltar, pero más amigo y sensible con el extranjero que lo que nadie en España pueda imaginar.

Señor Presidente, nuestro hijo Diego Avicena ha nacido hace tres meses en Cambridge, y cuando fuimos a Sevilla a compartir nuestra felicidad con la familia, nos pasamos por Hacienda. Nos dijeron que nuestro hijo no merece los 2500 euros que usted promete a todo recién nacido español.

Nosotros, que estamos historiados (a pesar de lo que digan los españoles sobre los andaluces), sabemos que Andalucía es la única nación histórica en la península ibérica, y que todo lo demás es un producto de nuestra decadencia. A mí me da igual que su gobierno piense que mi hijo sea español o no, y que no se merezca su apoyo. Nuestro hijo es andaluz y ciudadano europeo. Y por tanto se le tiene más respeto y se le darán más oportunidades en Inglaterra que todo lo que usted y su gobierno le puedan ofrecer (que es de momento nada, en sentido estricto).

Los andaluces somos ante todo individuos con ética. Por eso le proponemos una cosa. Si usted nos demuestra que con lo que sabe de nosotros, nos puede dar una respuesta ética válida a lo que le hemos expuesto aquí, nosotros le votaremos. Nosotros estamos aquí porque allí, no hay nada que hacer. Somos andaluces, exploradores y científicos. Con la misma sangre de los que una vez pusieron a Andalucía a la cabeza del mundo. Si usted y su gobierno nos diera la más mínima oportunidad, lucharíamos por España y Andalucía hasta la muerte. Pero Señor Presidente, no creo que nos merezca la pena vivir en una España donde al andaluz se le tiene en mente para el voto, y después se le tiene en la cola del paro toda la vida, o como mucho para servir como camarero (actividad que respetamos pero que no coincide con nuestros planes de vida). Aquí en este país, hemos progresado más en 6 años que en los 30 años que hemos pasado en Andalucía. Dicen que las comparaciones son odiosas. Nosotros vivimos en lo que un andaluz medio calificaría como el dorado. Hemos recibido formación especializada en el Reino Unido para trabajar al más alto nivel en el campo de la salud. Tenemos sueldo, casa y una gran nostalgia.

Señor Presidente, si nosotros le damos nuestro voto; ¿qué nos ofrece usted a nosotros a cambio?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi nombre es José Miguel Navarro, soy de un pueblecito del Aljarafe sevillano llamado Castilleja de la Cuesta, soy conductor de autobuses o chófer, como peyorativamente se refieren a mi oficio cuando no estoy delante para defenderlo con la dignidad que lo ejerzo. Acabo de conocer su blog y estoy empezando a leer todo su material. Estoy de acuerdo con usted, creame, es un soplo de aire fresco. Un abrazo y viva Andalucia, su tierra, por mucho que le digan lo contrario

Er Nota dijo...

Hola José Miguel, me alegro mucho de recibir tu mensaje. Te mando un saludo y un abrazo desde este lluvioso y nublado país. Me tomo la ligereza de tutearte (espero que no te moleste) porque no me merezco que me hables de usted, creo que los dos somos iguales y este blog es un punto de conexión informal.
Conozco Castilleja de la Cuesta, y me consta que de allí es Hernán Cortés, hombre del que se dice conquistó Méjico hace ya unos siglos. De modo que sin duda debes tener sangre brava.
Veo que eres conductor de autobuses, trabajo digno como el que más, y que tiene mucha responsabilidad.
Me enorgullece muchísimo de que te tomes tiempo para leer este blog, y me da ánimos para continuar. Por favor, siéntete como en tu casa en este blog y comenta lo que te parezca, que para eso está. Un saludo muy grande y Viva Andalucía