viernes, mayo 25, 2007



La Cambiante Imagen de Andalucía

Una nación que se desarrolla a velocidad de crucero es nuestra Andalucía. Nuestra nación crece y se desarrolla, cambia a ritmo palpitante y no cesará de cambiar. Pienso ahora qué pensaría mi padre si pudiera ver todo lo que ha cambiado Andalucía desde que el pobre pasó a mejor vida (RIP, 1989).

No es extraño que Andalucía nos parezca entonces un lugar un poco incómodo de vivir en él en estos momentos. Nadie parece estar de acuerdo con nada. Los políticos se pelean, los vecinos discuten acaloradamente en las reuniones, las disputas maritales están a la orden del día, etc. Cualquiera diría que estamos cambiando para peor.

Sin embargo años interminables de tedio franquista fue el punto final de una larga trayectoria de experiencias políticas abusivas que tenían que explotar de alguna manera. Andalucía es un universo en expansión. Explotó a mediados de los años setenta, y su big bang se dejará oir por todos los rincones de la galaxia. La cambiante imagen de Andalucía después de una larguísima hibernación de 500 años parece como algo increíble. Hay que poner en contexto el caos que se vive en Andalucía en estos momentos. Necesitamos calmarnos y pensar un poco el porqué de tanto acaloramiento y desconfianza. La pluralidad política que una sociedad moderna necesita se tiene que basar en la pluralidad de ideas y de actitudes de los individuos. La agitación y cinismo que pesa en el ambiente se debe al miedo al cambio, y a la sensación de vivir pisando suelo inestable. Necesitamos andar mucho camino todavía para que Andalucía se consolide y el pueblo se acostumbre a vivir democráticamente.

Todavía no se respetan las colas en las paradas de autobús, hay largas listas de espera en los servicios de salud, el paro sigue sacudiendo a la juventud, los políticos corruptos campan a sus anchas, la ley es lenta y obsoleta, la producción industrial es baja y la actividad empresarial es tímida. Pese a todo hay signos de cambio, y de esperanza para una Andalucía mejor. Si pensamos en el legado de los últimos siglos, la cosa no podía ser mejor. Es ahora cuando tenemos la oportunidad de tomar las riendas de nuestro destino y no tener miedo al cambio.

Por otra parte las folclóricas incultas siguen siendo objeto de devoción tal y como son las imágenes religiosas, y la ignorancia se adora como a una diosa omnipotente. Todo esto es una pompa de jabón. La piel poco lustrosa de un gigante dormido. La lacra que nos ha minado nuestra autoconfianza es cada vez más una pátina más y más delgada y más arrugada, que está a punto de caerse. Estamos mudando de piel, estamos cambiando. Estamos creciendo.

¡Andalucía sigue cambiando!

sábado, mayo 19, 2007


Construir Andalucía es construir Iberia

Es falso el sentimiento de que el nacionalismo es una amenaza. Todas las naciones son nacionalistas. Las regiones periféricas de Europa bullen de naciones que no existían hace 150 años. Ha sido el colonialismo Europeo lo que ha conllevado a tantos pueblos a formarse políticamente como nación. Un claro y vecino ejemplo es el de las naciones islámicas. Es más bien lo contrario al miedo el sentimiento que domina a los que están en contra de que pequeñas naciones se formen y se alíen entre ellas. Sienten nostalgia por la pérdida de control sobre los pueblos que dominaban hace sólo unos años, pero no miedo.

Andalucía, que es un país muy antiguo, no se puede construir. Andalucía tiene que reconstruirse. Y reconstruir Andalucía es construir Iberia, construir Africa, construir América. Sin Andalucía no existe el mundo Occidental, ni América.

Integrar a Andalucía políticamente en Europa y en el mundo implica dar carta de naturaleza a una verdadera democratización del mundo. A una cooperación política y vertebración entre aquellos que detentan todo el poder y aquellos que quieren un trozo.

El aspecto fundamental que hace a Andalucía el sostén del mundo Occidental es que permitiría superar la ilusión de que un Estado Español o una Unión Europea pueden ser construidas al margen de sus ciudadanos. No es posible construir una sociedad civil europea que fuerce la agregación pasiva de los pueblos. Si existe una sociedad ‘ibérica’ o ‘europea’ será porque se nutra de la participación activa de pueblos con personalidad y capacidad para contribuir a un bien común. Es un completo error hacer énfasis en la necesidad de un Estado Central y una Periferia. Pensemos en el cuerpo humano. De un extremo a otro, el cuerpo humano está completamente articulado y oxigenado. Lo que pretenden aquellos que abogan por el centralismo es convertir a Europa en un muñeco de plástico sin capacidad sensorial en las extremidades y con total control en el cerebro.

Los que defienden a España piensan que su estrategia de unificación consiste en la humillación de la periferia. La domesticación de las provincias y el desarrollo de un mundo normalizado a base de un único criterio. Personalizar a España consiste entonces es despersonalizar sus regiones, deshermanarse de Portugal, cainizar a Marruecos. Despreciar a América. Los que defienden a Andalucía y a una Federación de Pueblos Ibéricos justifican su proyecto en afirmar la diversidad y convertirla en una marca de orgullo, en un producto a exportar. Afirmar Andalucía significa aceptar el resto del mundo. Los fundadores de España y de otros países imperialistas constituyeron sus estados como centros imperiales que deben de fagocitar todo lo que tienen alrededor. Una Andalucía libre necesita de un Portugal libre, un Marruecos libre, una Africa libre y una América libre. Promover la nacionalidad Andaluza significa aceptar valores universales y suministrar a otros pueblos la inspiración y la confianza para que ellos también generen sus propias personalidades y singularidades.

Andalucía como entidad política se configura sin la necesidad de un patriotismo que exija un pueblo delimitado y homogéneo y un enemigo exterior. El proyecto andaluz es un proyecto que abraza otros proyectos y es consciente de que el mundo está articulado y en contacto con nuestra realidad nacional. El proyecto de la nación andaluza es un impulso civilizador que fomentará no las fronteras geográficas sino las fronteras culturales, las fronteras ideológicas y de identidad. El mundo criollo de Andalucía fomentará la vida de frontera, como siempre lo ha sido. Andalucía promueve la transmisión, el movimiento y la dinamicidad. Andalucía es un mundo caleidoscópico un verdadero embrión fértil para el desarrollo de las sociedades.

El siglo XXI nos exige redefinir lo que es la ciudadanía, la nacionalidad y la democracia. La práctica de la ciudadanía se basa en el pensar lo que es el ser social, no en anquilosar al ser humano y a los pueblos, en conceptos teológicos y dogmáticos. La facultad humana de ver el mundo de diferentes formas, la capacidad de negociar y de creer en los demás tiene que utilizarse para crear un mundo nuevo que esté en consonancia con nuestra naturaleza dinámica. El que Andalucía exista hará reflejar que Iberia es un conjunto de personalidades civilizado y dispuesto a sembrar civilización.

jueves, mayo 17, 2007


Dejar de Colonizar las Mentes

Si en siglos anteriores Andalucia se definio por su capacidad de colonizar o su incapacidad para evitar ser colonizada, ahora Andalucia se enfrenta con un nuevo reto. Es quizas este nuevo milenio el momento propicio para que las naciones dialoguen y no se impongan unas a otras formas de vivir o pensar. Sin embargo este reto no es mas facil que los anteriores. Dejar de colonizar y empezar a hablar. Una tarea dura, porque exige dialogo.

Una de las razones por las que uno puede sentirse andaluz y no otra cosa es por la falta de dialogo que existe en el mundo. Los castellanos no hablan, ellos imponen. La palabra de mas uso en castellano es "no". Esta forma de vivir y de sentir se desarrolla a traves de todos los medios posibles. El deporte por ejemplo es una forma bastante tipica de contagiar la idea de que la mejor manera de relacionarse con otros es simplemente vencerles.

Andalucia ha sufrido mucho a consecuencia de las multiples humillaciones recibidas por Castilla y sus aliados pero ya es momento de dejar de ser victima y no reproducir el mal de la "Colonizacion". Para empezar, podriamos simplemente dejar de colonizar las mentes de los demas, y cuando hablaramos con otros dejaramos claro que lo que decimos es solamente nuestro punto de vista. Entonces entablariamos un verdadero dialogo.

Pero la dictadura, que es la mas reciente forma de monologo politico ha esculpido nuestro pensamiento hasta tal punto, que ni los mas fervientes defensores de la democracia pueden evitar la tentacion de pensar "que yo respeto a todos los demas mientras yo lleve la razon".

Andalucia se puede convertir en una franquicia del pensamiento liberal, y puede por extension intentar colonizar a sus vecinos pobres. Creo que debemos ser conscientes y no repetir la historia. Dejemos de colonizar a las gentes. Dejemos de colonizar la mente de los demas. Empecemos un verdadero dialogo con el projimo.

Andalucia sera libre cuando los andaluces podamos hablar abiertamente, y cuando seamos capaces de escucharnos unos a otros.

sábado, mayo 12, 2007


Un Nuevo Mundo


Que Andalucía haya sido un Nuevo Mundo a descubrir por los europeos durante los ultimos decenios puede ser cierto. Al mismo tiempo, Andalucía descubrió su propio Nuevo Mundo hace ya varios siglos allende los mares. Resulta difícil imaginar algo más profundo para la conciencia de un ser humano que el descubrimiento de un nuevo mundo. Volver atrás e imaginar a Andalucía ante el fin de sus días, invadida por las hordas de la Cristiandad. Era una época en la que el mundo conocido tenía límites definidos. Una época en la que Andalucía estaba cerca del precipicio. Del Fin. En aquellos días, pocas esperanzas quedaban entre aquellos que sobrevivieron el holocausto. Sin embargo, de forma inesperada, la suerte de Andalucía cambió de nuevo. Nos vimos ante la posibilidad de expandirnos de nuevo, de escapar, huir de los monasterios e iglesias oscuras, de romper las cadenas de una invasión traicionera. Nos lanzamos al océano y de pronto nos vimos perdidos entre bosques y ríos nunca vistos. Nos enamoramos de seres humanos nacidos en el Edén.


Quizás sea cierto que no nos hemos recuperado todavía de la invasión del Eje del mal, de aquellos aliados fanáticos que ambicionaban nuestra cultura y que la destruyeron como el cazador que para atrapar la belleza de su presa, tiene que aniquilarla. Quizás sea cierto también que no nos hayamos recuperado del descubrimiento del Nuevo Mundo. Pero poco se ha pensado cómo nos ha repercutido todos estos acontecimientos.