Una Ciudad Compleja

Para un europeo del sur de Europa es difícil valorar las ventajas y desventajas de vivir aquí. Ya veremos al final de este viaje si puedo formar una idea más clara de Nuevo Barbate. De momento sumarizemos unas cuantas impresiones.

El metro es bastante lioso aunque es puntual y efectivo. Funciona 24h al dia y en cuanto a precio y servicios supera con creces al de Londres y compite con el de París que también es muy bueno.

En cuanto al mundo laboral estoy bastante desinformado, pero sólo el hecho de pensar en tener que pedir una visa y permiso de trabajo hace que Europa en este sentido sea un lugar mucho más abierto (dentro de lo que es la comunidad europea claro). Sin embargo, se ven gentes de todos lados, de modo que tiene que haber alguna manera para que el personal se apañe y consiga trabajar aquí.

Los museos hay que pagarlos y hasta ahora sólo hemos visitado el de historia natural que está en Central Park. Es un museo curioso puesto que por historia natural se entiende en este lado del Atlántico la historia humana también. De modo que el museo abarca mucho (arqueología, etnologia, geología, astronomía, biología etc) y es bastante confuso en general por su diseño y cantidad de campos temáticos. Tiene un planetario bastante apañado y posee ascensores para todos los que necesiten de esta ayuda.

La gente es generalmente amable aunque se nota que no es Inglaterra. Nadie espera a que salga la gente del metro antes de entrar y no se dice tantas veces perdón, perdón. Sin embargo, la gente sonríe y las mujeres miran a la cara sin miedo. Cosa que se aprecia bastante.

Culturalmente la presencia de iberoamericanos es notoria aunque también hay gentes de todos lados. No hace falta saber inglés para moverse como turista por estos lares, lo cual supongo hace que haya tantísimos turistas de habla hispana.

La conexión con Brooklyn está bastante bien aunque las distancias son kilométricas. Los vagones del metro y los túneles son más anchos y hay más vías que en los metros europeos. Todo se ve antiguo y muy usado, lo cual le da carácter al metro de aquí.

El viento hace la ciudad un poco hostil, aunque los rascacielos no son tan fríos e inhumanos como uno podría pensar. Hay parques y lugares donde refugiarse del cemento y no todo es ruido en esta ciudad. Hay lugares tranquilos y lugares tipo hormiguero.

Respecto a las compras, hay bastante que ver y hay gangas por todos lados. Es cuestión de esperar un poco y ver antes de lanzarse a comprar lo que sea.