miércoles, junio 20, 2007


¡Campania, ti amo!!

¿Sur de Italia?, ¿qué te puedo decir?. ¿Qué pudiera decir un andaluz del Sur de Italia?. No lo sé. Los últimos días de mi vida han pasado a través de una estela de luz llamada Campania. ¡Qué emociones!, ¡qué belleza!, ¡qué gentes!. Llegué a Ravello por la noche, conduciendo a ciegas desde Nápoles. Realmente no tuve ni tiempo de pensar con qué me iba a encontrar. Salí a trompicones del avión de EasyJet, y desde que pisé suelo sureño quedé como hipnotizado.

Dice un vecino mío y amigo, que es un profesor retirado de literatura inglesa, que hay escritores ingleses muy buenos. A él le gusta un tal Tolkien. Tolkien escribió el imaginativo El Señor de los Anillos. Dice que la historia ocurre en la Tierra Media. Supongo que mi querido amigo Leslie que tiene tan buenas palabras con escritores de su nacionalidad pero de cuestionable imaginación tiene que olvidar muchas cosas, o por lo menos ignorar muchas cosas para no contradecirse. Y es que como muchas veces pasa, los ingleses, como los castellanos, se apuntan puntos cuando no se lo merecen. Tolkien era sudafricano. Y Leslie nunca supo que la Tierra Media es el Mediterráneo hasta que un andaluz se lo dijo. Traigo esto a colación, porque no resulta extraño que a muchos intelectuales que no pertenecen a la esfera Mediterránea reproduzcan en sus libros ideas o aspectos de nuestro mundo, y que nos lo vendan como algo suyo o como algo original. A alguno le sonará estrambótico que traiga a colación un libro de fantasía para hablar de Campania. Pero insisto, la fantasía y la imaginación son producto del mundo real. El mismo D.H. Lawrence que escribió el muy controvertido libro El Amante de Lady Chatterley, lo tuvo que hacer en Campania. Lo que fue una historia provocativa para la sociedad británica de su época (principios del siglo XX) quizás no lo sería tanto para los de la Tierra Media. No hay que ser muy leído para saber de libros anteriores a la supuesta revolución Lawrenciana como el Decamerón o el Heptamerón. De hecho, al pasear por las calles de Ravello y de Amalfi tengo la sensación de que miles de intrigas y amores se suceden uno tras otro entre sus estrechas y sinuosas callejuelas empedradas.

Y es que una intriga me trajo a Campania. Una mujer que me desafió una noche en un pub llamado The White Hart, me esperaba en Ravello. Una mujer bella e inteligente. Me invitó a compartir su secreto. El secreto de su origen. Quería revelarme algo personal, quería revelarme parte de su historia. Yo fui a ciegas, casi sin saber a donde iba. Cuando llegué a Ravello supe porqué se iba a casar allí. Shahla, una mujer medio iraní, medio italiana se iba a casar con Gareth, un inglés afincado en Roma. El destino no nos ha separado aunque ni ya vivimos en el mismo país, ni estamos casados.

Ella sigue siendo muy amiga mía, y como a todos sus allegados nos regala con sus secretos y su magia. De modo que allí nos llevó. Al lugar donde nació su madre y donde ella misma recrearía el mito del eterno retorno. Campania, qué bella. Cuánto me recuerdas a Andalucía. Campania, llevas a Andalucía en tus ojos y en tu mirar. Y qué decir de tus pueblos y tus campos. Qué puedo decir de tus ruinas y tus recuerdos.

Pero también hay una Andalucía oscura en Campania. A través de tus calles he visto una Andalucía obsoleta, una Andalucía que daba por desaparecida. He visto tus calles y he visto mi tierra como fuera hace treinta años. ¿Qué pasa en el Sur de Italia?. He visto basuras sin recoger durante días. He visto calles sin asfaltar o sin aceras. He visto avenidas sin rotondas y sin semáforos. He visto pobreza. Qué dolor y qué pena. Ver sufrir a Campania es ver sufrir a Andalucía. La Italia del Norte debe ser hermana de España. Pero una hermana más envidiosa y despiadada. Castilla y España han sido más dulces con Andalucía con la democracia.

Campania, me despido de ti sintiéndolo mucho. Con dolor en el pecho. Con dolor de enamorado. Pero también con pena de verte así. Espero que prosperes y te cures. Los románticos no pueden salvarte. Han de salvarte tus gentes. Todavía hay mucho que luchar en la Tierra Media para poderla salvar del poder absoluto. ¡Campania ti amo!

2 comentarios:

Casanova dijo...

Pobre,has tenido que ir a Napoli cuando la Camorra estaba en pie de guerra ,y queriéndose quedar con el negocio de la recogida de residuos urbanos,ha amenazado al ayuntamiento y ahí está Napoli que se ahoga en su propia mierda.
Tendremos el mismo clima y el mismo paisaje pero un napolitano no es un andaluz,en algunas cosas el napolitano es sevillano,porque es chauvinista y si puede quedarse contigo se quedará,pero el napolitano no es andaluz.
Y Andalucia es norte comparado con el sur de Italia.Puglia,Basilicata,Molise,Calabria y Sicilia aún son Tercer Mundo.Aquí dicen que es culpa de la Mafia,y de la idiosincrasia de los hombres del sur,pero no creo que sea verdad,cuando vinieron con Rocco y sus hermanos a Milano a trabajar como burros.La mafia y la desidia del gobierno han hecho que el sur sea aún así...

Er Nota dijo...

Es desde luego lamentable la situación. Gracias por el apunte de Napoli.

No sabía lo de la semejanza con el sevillano.

Respecto al tema social es claro que aquello está muy atrasado. Me resultó bastante chocante.