domingo, julio 06, 2008


Richard Layard o las Pantomimas del Capitalismo

Hoy vamos a hablar de un señor muy influyente en las islas británicas. Se trata de un economista fundador del Centre for Economic Performance en la London School of Economics. Es director de un programa llamado Well-Being programme. Dicho señor presume de que gracias a él, la palabra ‘bienestar’ figura en los departamentos del gobierno británico como un título profesional, y cómo las nuevas políticas gubernamentales incluyen estudios sobre bienestar. Según Richard Layard o como se le llama en Inglaterra ‘Lord Layard’, la sociedad moderna sufre una crisis de felicidad. El señor Layard es un influyente catedrático de economía y un aficionado a la psicología. El problema de gente como Layard es que siendo un completo ignorante de la psicología, se ha vuelto una especie de gurú del gobierno británico en lo que respecta a bienestar social. Socialista de pro, ha estado moviendo los hilos de la economia con Blair y ahora con Brown. Y ahora se dedica a autolegitimarse como el papa de la psicología británica. Entre sus planes está el implantar la terapia cognitivo-conductual como una nueva versión de la aspirina o el prozac. Es decir, prescribir psicoterapia como una forma de adoctrinamiento político. Ahora, ser feliz es ser políticamente correcto y para serlo hay que ir al psicólogo. Menuda estupidez.

Según Layard la felicidad es una cuestión central en la sociedad británica, y por lo visto para él es una necesidad humana fundamental. En un sentido práctico la felicidad se traduce en bienestar según Layard. Y según sus cálculos, la felicidad es inversamente proporcional a los ingresos cuando éstos son altos porque existe al parecer un descenso marginal de la utilidad de hacerse rico. Layard dice que la curva de la felicidad asciende rápido en países pobres, conforme la gente aumenta sus ingresos. Sin embargo, en los países ricos, el aumento de los ingresos no se corresponde con más felicidad.

Un periodista llamado Stuart Jeffries le preguntó a Layard cuándo la gente inglesa deja de ser feliz. Layard le contestó que los ingleses no son más felices cuando ganan más de diez mil libras al año. Ahí según él es cuando la relación entre felicidad e ingresos se hace inversamente proporcional. La verdad es que el señor Layard es como todos los ricos de Inglaterra. No han visto en su vida a un pobre, y ni se molestan en preguntarle al taxista cómo le va la vida. Pero eso sí, encargan al gobierno costosas investigaciones con complejos sistemas de evaluación del ‘bienestar’ para justificar el puñetero capitalismo.

Según Layard los ingresos anuales no producen bienestar. También según él en los últimos 50 años la sociedad de consumo se ha impuesto y sin embargo la felicidad ha disminuido. ¿De dónde se saca este señor estos pensamientos? De la manga supongo. Por eso media Africa que vive tan bien según el, viviendo entre matojos y comiendo raíces se matan en el estrecho para ir a un continente donde la gente vive mal. Desde luego este Layard es que es un sociata pijo. Supongo que a los sociatas españoles este tío les encantará.

Dice el señor Layard que en Inglaterra somos más ricos, más sanos, tenemos mejores casas, coches, comida y vacaciones que hace 50 años. Desempleo e inflación son bajos pero los informes sobre felicidad son bajos. Según él esto se debe a la desestructuración de la familia, destrucción de las comunidades, a la pérdida de confianza. Este Layard no ha ido a Andalucía. Y tampoco sabe lo que es una media aritmética, ni una desviación estándar. En Inglaterra hay mucha gente que vive mal, pero también hay gente que vive bien. El hacer la media no es una forma muy adecuada de ver cómo está la sociedad. Cuando se es un pijo capitalista se tiende a hacer estas cosas. Pero claro, lo malo es ser pijo y encima decir que se es sociata también. Los sociatas modernos se han cargado el socialismo. Esto de la división social en clases y demás no cuenta para ellos.

Este individuo que presume de muchas cosas, también presume de haber convertido la ‘felicidad’ en un factor medible objetivamente. Parece que poco le falta ya para decir que él mismo ha fundado la psicología. Sin embargo, y a pesar de los pesares ya un alemán dijo algo al respecto. Fue Nietzsche. El dijo: -la humanidad no persigue la felicidad, sólo los ingleses-. Puede que tenga razón. Aunque yo sería un poco más explícito. Nadie persigue la felicidad, sólo el señor Layard. Pero muy pronto, el mundo estará invadido por gente como este profeta de la manipulación mental.

Tenemos que estar al cuidado de lo que los ricos hacen con la psicología. Tenemos el ejemplo de la propaganda, del marketing o de la guerra psicológica. Están utlizando la psicología para destrozar la mente de la gente. Los de la clase obrera no deberíamos dejarles hacer estas barbaridades.
Referencias:
http://www.strategy.gov.uk/downloads/files/mh_layard.pdf and
http://www.babcp.com/news/layard_lecture_120905.pdf
The Guardian 24.06.08 page 12 'Will this man make you happy?' Por Stuart Jeffries.

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