jueves, septiembre 27, 2007

El Miedo a la Libertad
Parece que Eric Fromm hubiera escrito su libro titulado "El Miedo a la Libertad" pensando en Andalucía. Por extensión también se podría pensar en el resto de la Península Ibérica, puesto que la libertad es todavía un concepto difícil de digerir para los españoles.
Toda esa reticencia a lo que los centralistas llaman "nacionalismos periféricos", no es más que miedo a lo desconocido. Ellos mismos, esos que se llaman a sí mismos españoles, no son otra cosa que nacionalistas. Esos que acusan a los nacionalismos "periféricos" de ser una amenaza, practican y viven en un entorno nacionalista español. Los Nacionalistas Andaluces no somos la Periferia de Nadie, que se enteren muy bien estos señores.
Yo creo que simplificando mucho, hay dos clases de nacionalismos. Un nacionalismo abierto y otro cerrado. Un nacionalismo de derechas y otro de izquierdas. Un nacionalismo centralista y un nacionalismo federalista. Pero todos los ciudadanos sean de la orientación política que sean, son nacionalistas. Les guste o no a los del PP y a los del PSOE.
Me apena dialogar con mis grandes amigos Andaluces por teléfono. Me entristecen esos ratos sin fín que paso al teléfono, escuchando cómo les va a mis amigos en Andalucía. Esos que nunca emigraron y todavía siguen ahí pendiente de un hilo, de las oposiciones (aunque tengan cuarenta y tantos años), de si por fín dejarán ese trabajo precario, de si llegarán a fin de mes. Todavía se aferran a un modelo de Andalucía y de España que es totalmente obsoleto, como se aferran a un trabajo obsoleto y a una vida obsoleta. Una vida basada en el "mañana". Y aunque mis amigos son todos de izquierdas, se resisten como fieras a aceptar la necesidad de un Nacionalismo Andaluz. Tienen una aversión a lo "nacionalista" porque creen que ser nacionalista es poner bombas o es tirar la casa por la ventana. Están en paro, o en un trabajo precario o alienante, sus vidas son lamentables, y ahí siguen empeñados en no salir de la izquierda tradicional. Una izquierda que empieza a ser tan casposa como la derecha del PP. Una izquierda acomplejada y atrincherada en una envidia a los ricos y poderosos. Una izquierda que en el fondo niega un poderoso afán de poder y de ambición.
Creo que un Nacionalismo Andaluz, tanto desde la derecha como desde la izquierda es la respuesta a una Andalucía Moderna. Ser Nacionalista Andaluz significa renovar la estructura de la Sociedad Andaluza. Integrar valores útiles, ser pragmático y nunca tirar piedras sobre el propio tejado. Ser Nacionalista Andaluz es trabajar para la Unidad de Nuestro Pueblo. Ser Nacionalista Andaluz es no dejar en manos de España el futuro de Andalucía. Andalucía no puede esperar que España la mantenga como a una querida. Esa es la actitud de los actuales políticos andaluces. Andalucía no puede ser el bufón de Europa, no puede ser el hotel de Inglaterra, ni la playa de Alemania. Andalucía tiene que ser Nuestra.
Pero hay un enorme miedo al cambio. Una guerra fratricida partió a España en mil pedazos no hace mucho tiempo. Ahora, todo intento de diálogo sólo nos recuerda que la vieja herida está mal cerrada. Nosotros los Nuevos Nacionalistas Andaluces no tenemos nada que ver con esa Guerra. No queremos distanciarnos de España. Sencillamente queremos que España deje de estar dándonos por el culo. Nada más. Queremos tener una familia ibérica, donde no haya violencia doméstica (terrorismo), donde todos tenga el mismo poder (democracia real) y los mismos privilegios (abolición de la monarquía y de todos los privilegios de cualquier comunidad). Para eso no se puede ser otra cosa que una Familia Ibérica. Pero hay miedo al cambio.
Mis amigos andaluces siguen ahí pegados al confort de la mesa de camilla y el cisco. Como todos los andaluces, se conforman con poco pero sueñan con El Dorado. Y ahí siguen, en esa mesa de camilla que te quema los pies y te deja la espalda helada. Es la mesa de camilla que representa a esa Andalucía vieja que se tiene que marchar. Ese lugar hostil lleno de casos Malaya, señoritos, paro, duquesas, vírgenes, guardias civiles, carnés del PSOE, gitanos ladrones y subsidios. Una Andalucía que se muere y que nos quiere arrastrar a todos a la tumba.
El Miedo a la Libertad tiene una base racional. Hay una historia detrás de abusos, crímenes y castigos. Y no queremos que esto se repita. Por eso tragamos y tragamos. Pero la Libertad en sí misma es más Racional que cualquier Miedo. Desde aquí mando un mensaje de Libertad. Que aprendamos todos a perder el Miedo a dialogar y a pensar juntos un Modelo de Andalucía. Y que por dialogar y hablar, España no se va a partir en mil pedazos, y el mundo no se va a acabar. Simplemente las cosas tienen que cambiar. Andalucía tiene que cambiar. Tenemos que cambiar, Por Una Andalucía Libre.

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