domingo, septiembre 09, 2007


Los Santos Inocentes

Inglaterra está llena de fascistas como lo pueda estar cualquier país europeo. Lo curioso del fascismo inglés es que “fascina” a una gran parte de la población. Mientras que en España el ser fascista implica unos ciertos valores, en Inglaterra uno puede ser fascista de muchas maneras. Hay fascismos de todos los colores.

Obviando todo lo que ya sabemos de España y que se puede aplicar perfectamente a mi país de acogida, aquí en Inglaterra tenemos mil y un fascismos. Por ejemplo, tenemos los fanáticos defensores de los animales. Si en Inglaterra matas un gato, vas directamente a la cárcel. Si le pegas una paliza a alguien digamos estando borracho, no pasa nada. Si le pegas a un extranjero, no hay ni que estar borracho para que a un inglés no le pase nada.

Recuerdo que hace sólo unos meses, la versión local de la BBC en Cambridge daba prioridad a un caso de maltrato animal sobre la noticia de que un polaco era matado a palos por ingleses borrachos (la última noticia del día y de pasada). Esta pasión por los animales es bastante falsa y superficial. Sólo cuentan algunos mamíferos (gatos, perros y cualquier otro animal con pelo y cuatro patas). El resto del reino animal no existe. En Inglaterra hay más gente gastándose dinero en ONG´s para proteger a perritos y gatitos que a personas del tercer mundo. Muy interesante. No digas nada sobre la necesidad de la experimentación animal en público, porque te queman el coche. Eso es lo que se entiendo por libertad de opinión y pensamiento en este país.

En cuanto al amor de familia, el asunto es igual. La gente es tan falsa que su falta de amor por sus hijos y por el prójimo es tan grande y obvia que es escandalosa. Pero en lugar de considerarse un problema ético a solventar, aquellos aquejados de un egoísmo extremo, van y lo proyectan en los demás. No muchos ingleses se fían de las au pair, ni de los maestros, ni de las enfermeras ni nada. Todo tiene que estar documentado y si se puede filmado. Pero este ambiente orweliano que se respira en Inglaterra esconde un afán perverso. Un deseo oculto de matar, violar y esclavizar. Los deseos de unos imperialistas con caspa. Unos lameculos del Gringo, que aún sueñan con el imperio que nunca tuvieron. Por algo son primos de los alemanes.

El caso más patético de “fascismo a la carta”, es el de los padres de la desaparecida Madeleine en el Algarbe. Los ingleses han sido capaces de insultar al gobierno portugués, a los portugueses, a la industria turística portuguesa, etc antes que admitir que los padres de Madeleine son unos desalmados e irresponsables. ¿A quién se le ocurre dejar a su hija sola? ¿Quién puede hacer algo así sino una pareja de padres ingleses? Pero no, ellos son inocentes y santos. Y los imbéciles de los europeos le han seguido el cuento, haciendo publicidad mediática de un instinto de amor paternal y maternal inexistente. Luego la prensa se lava las manos diciendo que ellos solo ofrecen información. Seguro. En cualquier caso, espero que a los padres de Madeleine los metan en la cárcel, aunque en el fondo no sé para qué.

Lo preocupante es que ambos padres era médicos e irresponsables. Dos ingredientes que se encuentran frecuentemente y que si se juntan dan lugar a muertes de seres indefensos. Es preocupante cómo se barre debajo de la alfombra tan descaradamente. Nadie reflexiona sobre este fascismo imperante donde los fuertes aplastan a los débiles aunque sean sus propios hijos. Sin embargo, Europa se dedica a devanarse los sesos durante todo el verano, para especular sobre el paradero Madeleine. Pero no se preocupa de cuidar a sus vástagos y a su futuro.

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