lunes, marzo 24, 2008

Imperios de Té y Coca-Cola

Si los españoles deliran pensando que un imperio se puede mantener aniquilando a todos sus súbditos (la idea de que un súbdito merezca la muerte sólo porque tiene una religión diferente a la del monarca es tan mezquina y cobarde como delirante), los ingleses y gringos creen que un imperio se basa en vender té o coca-cola. Pero esta coincidencia comercial no se debe a que elllos tengan nada más en común con Inglaterra que con el resto de los europeos.
Otra idea es la idea de la libertad y la compasión con los pueblos pobres. Ideas vendidas en el mundo moderno como anglo o gringas. Para nada. Sin duda alguna, muchos ingleses empezaron a darse cuenta que sus negocios de ultramar implicaban mantener un número significativo de nativos bajo condiciones miserables. Sin embargo, ellos no sabían que los nativos ya vivían así antes. En cualquier caso, y al igual que en la época de la grandeza española, muchos se han dado cuenta que explotar a otros es malo, aunque sea poniéndolos a trabajar a sueldo. Pero el imperio español, como imperio verdadero nunca comerció. Un imperio es otra cosa.
A raíz de estos sentimientos de culpabilidad empezaron las ONGs. modernas, que no son más que una burda copia de las compañias religiosas españolas que se fundaron por los piadosos que querían proteger a los nativos de América. La idea de la libertad y la protección de los pueblos nativos ni es gringa ni inglesa. Es espanish.

Y todo esto que digo demuestra de alguna manera, que el mundo moderno no es nada moderno. Le doy mi apoyo a los pensamientos de Ortega y Gasset sobre la idea de la continuidad histórica. El mundo occidental actual es una consecuencia directa del imperio español. Las insuficiencias políticas y económicas del imperio dieron paso a una nueva conciencia. El imperio no es posible. La unión de pueblos a través del comercio es la alternativa. Y los gringos son un ejemplo federal de esta idea. A pesar de todo la idea comercial ya estaba presente en Andalucía antes de su decadencia pero nosotros no supimos superar nuestras ansias imperiales. Los emigrantes andaluces pusieron la semilla comercial y científica en todo Occidente. Y así es como los andaluces hemos salvado Occidente de más imperios.

Sin embargo, la idea de la dominación total es un concepto que se esconde detrás de cada bienintencionado ser humano. Es una idea que flota en la conciencia colectiva y que es difícil de resistir. Los ingleses, envidiosos del poder imperial español, aprovecharon la sabiduría de los andaluces emigrados desde siglos para crear una red comercial influyente. Pero nunca un imperio. Y como nunca pudieron crearlo, se lo imaginaron. También desarrollaron estrategias como la propaganda, el cual es un recurso del que no puede ‘imponer’ nada por la fuerza. Todo esto ocurría igualmente allí donde los andaluces se tuvieron que marchar 'gracias' al imperio español (v.g. Holanda, Alemania, Turquía, Grecia, Italia). Y los bancos, la ciencia y el comercio europeo empezaron a florecer claro. Mientras tanto en la Nueva España se alzaba la espada, la cruz y la hoguera.

Así vistas las cosas, los últimos intentos serios de imperios europeos fueron los fallidos intentos nazis y estalinistas. Pero ahí están las consecuencias. No es un sentimiento reconfortante pero la realidad es que en Occidente, sólo los mediterráneos saben de imperios. Y nosotros sabemos que los imperios se fueron y no volverán jamás a Europa.

El comercio gringo alimentado por una constante masa de inmigrantes europeos consiguió superar a sus correligionarios europeos. ¿Pero qué son los gringos sino? Un conjunto de comerciantes, grupos religiosos e ideológicos europeos que intentaron crear un nuevo mundo basado en el libre comercio. Una buena idea, pero para nada un imperio. Los andaluces ya andábamos en ese tema desde hacía muchos siglos. Fue una lástima que la ciencia y la tecnología no hubiera permitido una exploración de América durante nuestros momentos de paz y prosperidad.

Volviendo a Inglaterra, y siguiendo con la línea de cargarme mitos, éste país no tiene mayor conexión con los gringos que el resto de los europeos. Es una coincidencia que hablen inglés (también hablan castellano, alemán y muchas otras lenguas). La coca-cola y el cine, productos gringos que inundan el mercado, no pueden conquistar a nadie (es una ilusión comercial). Y las mentiras no se pueden ocultar cuando el que investiga no tiene miedo a lo que pueda encontrar. La supuesta hegemonía gringa es sólo propaganda. Hegemonía es un concepto mediterráneo y eso no se puede aplicar al mundo moderno. Un ejemplo es el ejército gringo que nunca ha vencido a nadie por sí mismo a menos que fuera un pueblo extremadamente débil poblacionalmente (v.g. los pobres nativos americanos).

La realidad es que hay poderes e influencias. Pero estas ya no se imponen por la fuerza bruta (los mediterráneos tenemos la patente de esta idea obsoleta). Si hay una lucha posible contra los poderes que acechan al mundo, es la lucha por la honestidad y por la autoestima. Y esa lucha se puede ganar. Pero se puede ganar a un alto costo. Implica una actitud humana escasa. Razón y diálogo.

No hay comentarios: