Una Monarquía Menos en el Planeta

Desde aquí celebramos con los nepalíes, la alegría de ver el fín de una monarquía. Y la celebramos doblemente porque hace años fuimos a Nepal y tuvimos la suerte de experimentar las miserias y contrastes que este país tan increíble tiene. Nepal es un lugar maravilloso al que todo el mundo debería de ir. Es un país de contrastes, así como Andalucía lo es. Es un país antiguo y moderno, atrasado y adelantado. Contradictorio, como Andalucía. Nepal me introdujo en la necesidad de desarrollar mi identidad propia. Me condujo por calles medievales y un mundo prácticamente extinto en Europa. El mundo humano inserto en la naturaleza más salvaje.

Nepal ha decidido dar por término a un sistema político desfasado y sombrío; aquél que se rige por la transmisión del poder político y social vía hereditaria. Este acontecimiento, que nos hace dar la enhorabuena a los nepalíes, nos hace también recordar la sombría y corrupta monarquía que se asienta en España. Una monarquía establecida por un dictador fascista y regentada por un italiano y una griega.

Los andaluces, que tan acostumbrados estamos a que definan nuestra historia a base de la actuación de otros (e.g. griegos, fenicios, romanos), nos quedamos estupefactos al comprobar cómo los españoles son tan aficionados a dejar sus asuntos políticos en manos de extranjeros. Para no ir mas lejos recuerden el apellido del monarca (¿Borbón, suena francés no?). No es por eso de extrañar que tanto el español como el andaluz sean tan poco dados al conocimiento de su historia. Si al fin y al cabo creemos que todos son mejores que nosotros, y que los demás lo han hecho todo, ¿para qué cojones queremos la historia? Ya sabemos que los otros la hicieron no? Pues a la mierda (con perdón).

Otra fuente de preocupación es cómo esta costumbre influye a Andalucía. Creo que el señoritismo, la tendencia a aceptar la dominación de los extranjeros sin cuestionamiento, y la pasividad general ante un virrey andaluz (Manuel Chaves) reflejan el estado sumiso del solar andaluz en particular y del solar ibérico en general (salvando a Portugal, que mucho mérito tiene).